Hay trabajos que no siempre se ven, pero que hacen toda la diferencia

en la vida diaria.

Cuando la ciudad duerme, ellos están en las calles.

Bajo lluvia, frío o calor, levantan cada bolsa, recorren cada barrio, y con su esfuerzo sostienen algo tan simple y tan grande a la vez:

que Santo Tomé esté limpio y ordenado.

Ellos brindan un servicio lleno de compromiso y respeto hacia todos los vecinos.

Por eso, hoy quieren frenar un momento para agradecer con humildad y con todo el cariño a los recolectores de residuos.

Gracias por la fuerza, la constancia y el corazón que le ponen todos los días.

¡Feliz día a cada uno de ustedes!